El desarrollo de un niño no es solo ir creciendo físicamente, sino que, para desarrollarse de manera adecuada y armónica, el niño debe adquirir distintas habilidades (emocionales, comunicativas, sociales, cognitivas, motoras, de juego, de autonomía, etc.).
Aunque cada niño es diferente y se desarrolla a ritmos distintos, la mayoría de los niños van adquiriendo las distintas destrezas siguiendo un proceso bastante regular y homogéneo. Sin embargo, algunos niños presentan más dificultades para conseguir algunos aprendizajes y no son capaces de ir desarrollando las distintas habilidades (hitos evolutivos) necesarias. En la mayoría de las ocasiones, estas dificultades requieren intervención especializada para ayudar a los niños a avanzar.